El efecto sanador de las esencias florales se comprueba también en la añadida capacidad de la conciencia para percibir nueva información acerca de sus ciclos espirituales, ritmo,frecuencia emocional y otras sensaciones físicas.
Todos estos datos incrementan la posibilidad de alcanzar el equilibrio propio, sustentando una búsqueda mas auténtica y precisa; se establece un orden a partir de aquello que se conoce y observa de sí.
Junto a esto se produce naturalmente una re-valoración del autocuidado reorientando las motivaciones, estrategias y dinámicas habituales generando un modulado círculo de progresiva armonía. Sucede así un polo diferente renovado de atracción singular, personal que genera escenarios propicios para experimentar más estabilidad, mayor perspectiva y visión; sintiendo lo amable y suave de calzar justo en el aquí/ahora del estar bien.
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