martes, 5 de abril de 2011

Cuestiones del Tabaco



La forma en que la raza roja dio el tabaco a los europeos

Cuando los nativos norteamericanos introdujeron el tabaco a los inmigrantes europeos, deliberadamente dejaron fuera la salvia y otros ingredientes capaces de alterar la conciencia. Por una parte, lo hicieron debido al principio espiritual de no dar a conocer sustancias capaces de alterar la conciencia a los no despiertos espiritualmente. Los nativos americanos vieron rápidamente que, aunque los europeos habían superado la pobreza y eran técnicamente adultos, sufrían de un curioso y más bien trágico retardo espiritual. Los europeos no tenían visiones, no se podían comunicar con los espíritus de sus ancestros, y no sentían la divinidad de los cuatro elementos. No sólo carecían de estas habilidades perceptivas, de las cuales ocasionalmente algunos nativos americanos carecían, sino que además ridiculizaban arrogantemente a quienes podían percibir tales cosas. Claramente los europeos no estaban listos para los rituales en los que se fumaban estas plantas, excepto quizá en un nivel de melodrama, similar a los rituales de las iglesias europeas que habían devenido en ceremonias vacías.
Una razón adicional por la cual los nativos americanos dieron a los europeos el tabaco sin las otras plantas era una especie de estrategia bioquímica de guerra, esperando debilitar a estos poderosos enemigos borrando partes de sus conciencias, para que no pudieran abrir la puerta a otras dimensiones a fin de conseguir claridad para resolver problemas. Muchos han señalado cómo los europeos indujeron a los nativos americanos a volverse adictos al alcohol, pero pocos han remarcado la forma más sutil pero más poderosa en que los nativos americanos hicieron adictos a sus captores. La adicción y la esclavitud son eventos gemelos en la historia y difícilmente se encuentra uno sin el otro. El intercambio de vicios entre opresores y oprimidos es una constante.

La esencia floral de Tabaco.
Trabaja en el alivio de las tensiones derivadas de la abstinencia al tabaco, estimula el sistema nervioso central, reconecta los chakras que participan en la dependencia a este psicoactivo; cardíaco, garganta y tercer ojo.
Desahoga el cuerpo emocional, permite una profunda respiración, clarifica el mental y devuelve la armonía.